ste segundo volumen de la serie de libros de cuentos de Luis Landriscina: Aquí me pongo a contar II, continúa con la deslumbrante selección que inaugurara el primero: cuentos para sonreír y para reír, pero también para pensar; relatos de distintas épocas, de distintas fuentes, de distintas regiones, pero de la misma gente, porque a pesar de todo lo que diferencia a un santiagueño de un correntino, a un porteño de un cordobés, hay algo común que los uñe: la identidad de tierra y de sueños, de dolores y de esperanzas.