Premiada y publicada en 2001, e incompresiblemente desatendida, Entre hombres es probablemente la mejor novela policial escrita en la Argentina en las últimas décadas. Las razones son tan contundentes como simples: una gran inteligencia narrativa, un total desparpajo polÃtico, una prosa que hipnotiza, un ritmo que no da respiro. ¿Qué más se puede pedir? Si en cada momento de la vida las cosas salieran tal cual lo planeado, es probable que no existiera la literatura. Sin una falla en el plan maestro del destino, ¿qué se podrÃa contar? No obstante, hay cambios y cambios. En esta novela de Germán Maggiori el rumbo se tuerce de manera abrupta y despiadada. Una orgÃa, que incluye a una alta figura de la polÃtica, travestis y prostitutas, termina con varias muertes. Y no precisamente por causas naturales. Hay, para colmo, un registro del hecho, es decir, una cámara oculta; un juez que pretende distraer las huellas y un grupo de policÃas que hacen lo que haya que hacer, con lo aterrador que puede ser ese leit motiv. El lugar es Buenos Aires, a fines del siglo XX. La corrupción no es una anécdota sino un paradigma natural, y la violencia resuelve los eventuales accidentes. La bondad está ausente con aviso. Parece una historia conocida, pero en manos de German Maggiori esta trama se convierte en una novela negra inolvidable. Desde la primera página uno entiende que está frente a un libro arrollador. Por potencia literaria, por una imaginación desbordante y al mismo tiempo exacta, y porque su escritura no parece narrar un mundo habitual sino directamente construirlo. Lo edifica entre los pliegues y ocultamientos del otro, el que vemos cada dÃa, y el que cada dÃa intuimos que es apenas una fachada de una realidad más oscura y tenaz.