Actualmente existe un marcado y creciente interés en la gastronomía, no sólo en lo referente a los alimentos, sino en todo lo que implica como una actividad trascendente en la que se conjuga un universo de placeres sensuales y cargas afectivas que cada día más gente comparte. Esta visión ha sido, desde sus inicios, una de las claves en la obra de Laura Esquivel, como lo muestra este tratado filosófico de cocina.