Ryszard Kapuscinski fue uno de los últimos grandes periodistas del gran siglo de la prensa. Convertido ya en vida en un mito, una figura intocable, un maestro cuyas enseñanzas corrÃan el riesgo de ser tan malinterpretadas como plagiadas por ejércitos de epÃgonos, discÃpulos e imitadores, la muerte no ha hecho más que alargar la leyenda. Kapuscinski, que era la personificación de la vida, corrÃa el riesgo de transformarse en una pétrea imagen de sà mismo, encarnando los deseos, esperanzas y hasta los prejuicios de quienes le alzaban hasta un pedestal que él nunca habÃa buscado.