La piel es nuestra segunda placenta. A traves de ella se forja nuestro Yo psiquico y en ella se reflejan las variadas emociones en las cuales las personas quedan atrapadas. En este sentido, la piel es una pantalla donde se proyecta la pelicula de nuestra historia traumatica olvidada. Los rechazos, la falta de comunicacion, el abandono, la carencia de caricias, las perdidas que no elaboramos, humillaciones, culpa, vergenza. Todo el mundo afectivo reprimido grita por la piel. De modo que las patologias dermatologicas escenifican de una manera muy palpable los conflictos y dramas de una existencia fallida. Desde esta concepcion de la enfermedad, los autores de este libro presentan y recomiendan los remedios florales que no solo ayudan a aliviar el dolor, sino tambien a que el paciente pueda descifrar el mensaje del sintoma escrito en su piel, comprender el sentido de su vida, modificar sus conductas erroneas y lograr la armonia entre la mente, el cuerpo y el alma; en suma, la salud.